24 de octubre de 2025

Palancas públicas para atraer inversión privada: un binomio necesario para el desarrollo regional

Inversiones Alternativas

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[Tribuna Alejandro Nuñez]

En los últimos años, España ha avanzado de forma decisiva en la creación de mecanismos públicos orientados a movilizar inversión privada. La combinación de fondos europeos, programas estatales y estrategias autonómicas está configurando un ecosistema que busca multiplicar el impacto económico y social de cada euro público. En este contexto, el País Vasco y otras comunidades autónomas han activado nuevos planes de inversión orientados a reforzar su tejido empresarial e industrial, conscientes de que el crecimiento sostenible exige colaboración entre el sector público y el privado.

La lógica de estas políticas es clara: el dinero público debe actuar como palanca catalizadora, no sustitutiva, de la inversión privada. Los instrumentos públicos pueden reducir el riesgo percibido, generar confianza en los mercados y facilitar la entrada de capital privado en proyectos estratégicos que, de otra forma, avanzarían con más dificultad. Este modelo no es teórico; está ya en marcha en ámbitos como la vivienda asequible, la regeneración urbana, el turismo sostenible o la transición energética.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI), por ejemplo, ha impulsado recientemente un programa para canalizar recursos hacia vivienda y desarrollo urbano en España, combinando financiación europea con gestión profesional y coinversión privada. En paralelo, instituciones como el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y el IDAE han puesto en marcha instrumentos destinados a respaldar fondos centrados en innovación, digitalización y energía limpia, con el fin de atraer capital adicional y acelerar la transición verde.

Estos ejemplos muestran cómo las alianzas público-privadas bien diseñadas pueden generar un efecto multiplicador real. Desde el sector de la gestión independiente, iniciativas como las que desarrolla A&G —que cuenta con mandatos y apoyos de entidades como el BEI, el ICO Next Tech o el IDAE para canalizar inversión en proyectos de vivienda sostenible y transición energética— ilustran cómo la colaboración entre instituciones públicas y gestores privados especializados permite transformar objetivos de política económica en inversiones tangibles con impacto territorial.

Leer tribuna completa en el medio.

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