19 de mayo de 2025

¿Final de la supremacía de EE. UU. o simplemente menos viento a favor?

Fondos de Inversión

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[Tribuna Diego Fernández Elices]

Durante los últimos 15 años, la economía y los mercados financieros de Estados Unidos han superado, con creces, las expectativas tanto en términos absolutos como relativos. Desde la Gran Crisis, hemos sido testigos de una recuperación sostenida, una innovación tecnológica sin precedentes y una resiliencia macroeconómica envidiable. Si a esto sumamos una política monetaria expansiva que ha sabido adaptarse a los ciclos y una cultura empresarial orientada a la eficiencia y al retorno del capital, es comprensible que la Bolsa estadounidense haya disfrutado de una prima creciente frente al resto del mundo.

Conviene recordar que hace algo más de una década, se escuchaban voces que defendían que los mercados emergentes debían cotizar con una prima respecto a los desarrollados incluido EE UU por su mayor crecimiento estructural y su aparente solidez fiscal. Hoy, el péndulo ha oscilado en sentido opuesto: la Bolsa americana cotiza con una prima de valoración superior al 40% respecto al resto del mundo. ¿Es esto justificable? Tal vez lo ha sido hasta ahora, pero empieza a ser imprescindible preguntarse si los factores que nos han llevado hasta aquí seguirán presentes en el futuro.

Buena parte de esta rentabilidad extra puede explicarse por las denominadas siete magníficas, un grupo de empresas tecnológicas que han aportado alrededor del 40% del exceso de retorno del mercado estadounidense en los últimos años. Su capacidad para generar beneficios, mantener márgenes altos y reinvertir eficientemente el capital ha sido indiscutible. Pero el futuro plantea varias preguntas relevantes: (i) ¿Podrán estas compañías mantener sus retornos sobre el capital invertido (ROIC) en niveles tan elevados como hasta ahora? (ii) ¿Seguirán recibiendo el apoyo masivo de flujos por parte de inversores minoristas si se deteriora el mercado laboral y se enfría el consumo? (iii) ¿Sigue vigente la tesis de crecimiento estructural que las sustenta o, por su tamaño e influencia sistémica, empezarán a comportarse como el conjunto de la economía global? (iv) ¿Pueden todas seguir siendo ganadoras cuando ya están comenzando a competir entre sí en campos como la inteligencia artificial, la nube o la publicidad? (v) ¿Qué papel jugará China como competidor tecnológico y económico en este nuevo escenario?

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